... La necesidad de amar a alguien más mueve a las personas. Porque sentir que se está enamorado o simplemente se ama a alguien (hay muchas clases de amor, filial, de pareja, etc..) es encontrar una razón para seguir adelante, alguien que en los momentos de desánimo, decaimiento, vienen a representar esa fuerza de voluntad que se necesita. Y cuando es recíproco, es mucho más fuerte aún. No siempre es el caso, pues como todo, tiene sus excepciones. Hay personas que les basta y les sobra con su amor por ellos mismos, que no gustan compartirlo con nadie. O ¿quién sabe?.....
Pienso, que tal vez es sólo una careta, una de las muchas que usamos los seres humanos. Hay muchos que aprenden a tener miedo de mostrar emociones, porque no siempre son valoradas. A veces son burladas, pisoteadas, despreciadas. Eso, sumerge a las personas en una cripta, una coraza que eligen desarmar ante muy pocos. De resto recurren a una apariencia, una máscara que demuestra todo lo contrario a lo que se siente. Una pantalla para que no penetren en la verdadera esencia de su ser.
Lo más triste, es que la mayoría es incapaz de ver más allá de ello. Por un lado llega a ser bueno, pero a veces y cuando se desea exactamente lo contrario, se convierte en un obstáculo. Todo radica en el miedo a demostrar que se posee un alma frágil, porque muy pocos saben apreciar eso. Alguien sensible que aparenta exactamente lo contrario. Se convierte en alguien frío, distante, sólo para desmoronarse estando a solas o hasta que alguien finalmente entiende lo que realmente es.
A veces se llega a sentir aprisionado entre los propios muros que ha creado. Pero es más difícil revelar las cosas, porque simplemente no se sabe ante quien estamos. En el fondo creo que ni nosotros mismos nos conocemos, sólo en algunas ocasiones donde somos puestos al límite y se descubre hasta que punto se es capaz de llegar. Hasta que fondo se es capaz caer. Y sin embargo, una vez llegado a ese punto es ilimitado, porque aún cuando se cree que es el límite, se puede dar un paso más allá. Creo que en general las capacidades del ser humano no tienen fin. Lástima que aunque lo sabemos, no queremos creerlo....
Ahora si es el fin de esta entrada,
Au Revoir
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