El hombre siempre teme a lo desconocido, pero a la vez lo ama y desea encontrarse con él. Su existencia transcurre en una eterna contradicción. Siempre anhela lo que no tiene y desprecia lo que consiguió. Vive con una ambición constante, quiere más de lo que puede manejar y pide más que lo que él mismo puede entregar. A veces desea la vida ajena, sin darse cuenta que la vida ajena desea la de él. Inconforme, inconstante, ciego.
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